Mertens, Napoli Citizen of Honor
Non si placano le voci a seguito dell’ultima notizia:
En 2013, un joven e inexperto Dries Mertens llegó por primera vez a Nápoles, la ciudad que 12 años después le ha concedido el título de ciudadano honorario por su vínculo con el territorio. La relación entre la ciudad de la Campania y el belga fue un flechazo, amor a primera vista, ya que mientras el delantero enamoraba a su gente con sus goles, la ciudad encantaba al “capitano” con su singular locura.
El mediapunta de Lovaina abandonó el Nápoles en 2022 para poner rumbo al Galatasary. Sin embargo, tres años más tarde, la relación sigue intacta y el ayuntamiento de la ciudad, liderado por Gaetano Manfredi, ha querido rendir homenaje a un futbolista que, con el tiempo, ha trascendido más allá del estadio y se ha convertido en un icono.
Una figura icónica en Nápoles
Emocionado y bajo la expectación de instituciones y seres queridos, Mertens ha agradecido el reconocimiento en un discurso cargado de pasión: “Hoy estoy aquí como un hombre que se ha enamorado de una ciudad. La vista desde mi casa con el Vesubio de fondo es especial. Nápoles estará para siempre en mi corazón y desde hoy, gracias a ustedes, también estaré en el corazón de Nápoles”.
Mertens e Fabián celebrano uno degli obiettivi di Napoli contro Sassuolo / AFP
Con estas palabras, “Ciro” se rindió a la ciudad que le vio tocar el cielo futbolístico. Entre 2013 y 2022, anotó 148 goles, convirtiéndose en el máximo goleador de la historia del Nápoles; y levantó dos Copas y una Supercopa italiana. Además, gracias a su carisma señero, quedó inmortalizado en el recuerdo de toda una afición que no podrá olvidar a un jugador que marcó una época en la Campania.
Precursor del mejor Nápoles
Y es que es difícil olvidar a ese “14”, estampado en las camisetas azules y peculiarmente ceñidas que usó el conjunto “Partenopei” durante la década de los 2010, que fue uno de los líderes principales del equipo precursor al Nápoles campeón de dos Scudettos en 2023 y 2025. Mertens formó parte de una generación muy talentosa, con Hamsik, Insigne, Higuaín -a pesar del fatídico desenlace- o Koulibaly como puntas de lanza, que siempre se vio maltratada por el dominio acaparador de la Juventus, campeona de nueve títulos ligueros entre 2011 y 2020.
Dries Mertens celebra con Lorenzo Insigne uno dei suoi obiettivi a Lazio / AFP
El chico que llegó a Nápoles procedente del PSV en 2013 puso el punto final a su trayectoria italiana en 2022 para irse libre al Galatasaray con la mala suerte de que ese mismo año, el equipo “Azzurro” levantó su primer Scudetto desde 1990. Mertens nunca ganó la Liga con el club de sus amores, pero sin su trabajo y pasión por la entidad del sur de Italia, esa gesta jamás se hubiera dado. Ahora, la ciudad le ha devuelto todo lo que un día él se dejó en el antiguo San Paolo. Cierto es que no es un Scudetto, pero no está mal ostentar un título que comparte con Diego Armando Maradona, dios y símbolo límite de la ciudad.
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