Seconda Divisione | La storia di Borja Jiménez: dal diventare insegnante di autoscuola alla promozione a Leganés

In Spagna non si parla d’altro:

La historia de Borja Jiménez hasta el estrellato, a ese ascenso a Primera con el Leganés, no es de las que solemos llamar habitual. Porque no fue futbolista profesional y porque, a diferencia de otros, su carrera empezó desde muy abajo y desde muy pronto.

Le apasionaba dirigir equipos, la pizarra y la táctica, así que se inició en una cantera que abrió el Milan en Ávila y en clubes como el Casa Social Católica. En 2011, con solo 26 años, ya estaba de segundo entrenador en el Real Ávila de Tercera División. Fue un punto de inflexión en su carrera y, sobre todo, en su vida.

Y es que, viendo estancada su progresión como técnico y cada vez más desencantado con la profesión, Borja Jiménez estuvo a solo un paso de dejarlo todo y ser profesor de autoescuela, algo que no le llenaba tanto, pero que le permitía poder subsistir económicamente. Por suerte, la vida le puso el segundo puesto de entrenador en el Real Ávila y todo fue muy distinto a lo que pudo ser. De segundo, Borja pasó a ser el primero en la 2013-2014, consiguiendo clasificarse para el play-off de ascenso a Segunda ‘B’.

Tras pasar por el Real Valladolid ‘B’ en la campaña 2015-16, se hizo cargo de Izarra y Rápido de Bouzas, con un destacado papel en la categoría de bronce, antes de llegar en 2018 al C.D. Mirandés.

Borja Jiménez, allenatore del Leganés / EFE

Con los de Anduva completaría una gran temporada, logrando el ascenso a LaLiga SmartBank en el play-off con un conjunto rojillo en el que ganó la Copa RFEF por primera vez en la historia del club. En 2019 ficharía por el Asteras Trípolis de la Superliga griega, y posteriormente por el F.C. Cartagena, logrando un nuevo ascenso a la categoría de plata en 2020.

Una maratón de banquillos

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Con los albinegros se estrenaría en LaLiga SmartBank, mientras que en el verano de 2021 se hacía cargo del R.C. Deportivo de La Coruña, equipo al que dirigió en 49 partidos logrando el mejor promedio de puntos por partido en el club en el siglo XXI y quedándose a las puertas de su tercer ascenso en los banquillos.

Esta temporada, iniciaba el mercado sin equipo hasta que el Leganés apostó por él. Tras reunirse con su presidente, Jeff Luhnow, los dirigentes del club ‘pepinero’ no tuvieron ninguna duda: debía ser el encargado de comandar el proyecto. Un técnico que había demostrado tener una pizarra con muchas variantes, que era humilde, que sabía conectar con los jugadores y que estaba más que capacitado para llevar al Leganés de nuevo a Primera. Tenía que hacerlo en unos años, pero lo ha logrado a la primera. Y sin hacer demasiado ruido.

No le gustan los escenarios y ser el protagonista. Lo suyo es entrenar. Es un “enfermo” de eso, como dicen los que le conocen. Con apenas 39 años, ha llevado al club pepinero, que no estaba destinado a subir, a Primera División con todos los merecimientos del mundo y sin quejarse nunca de los árbitros. Cambiando de esquema cuando ha tocado y siendo muy protagonista de la forma de jugar de su equipo.